Según un informe realizado por la Escuela de Palo Alto, en California, en la nueva era de información del siglo XXI, el que posee el control, es el propio usuario. Los límites son inimaginables, desde reservar mesa en un restaurante hasta servicios para poder compartir el coche de camino al trabajo.
La interactividad es uno de los puntos fuertes del usuario, ya que tiene diversas opciones. Puede compartir, opinar, modificar e incluso ser el propio reportero de información, compartiendo noticias de actualidad, como es en el caso de la web menéame. Las páginas web tienen muy en cuenta el papel de los mismos, por lo que ofrecen diversos servicios para poder hacer más fácil la interacción de los usuarios, ofreciendo numerosas encuestas para valorar sus opiniones, o lanzando un sinfín de contenidos multimedia.
Los contenidos multimedia, son otra de las grandes características de la red. Su función es la de complementar los contenidos ofrecidos en cada página. Es una manera de captar la atención de los visitantes a la web, mejorando a su vez, la interactividad del usuario. De esta manera, el poseedor de la página web específica, deja en manos del ciudadano a pie, la actualización del propio contenido, quedando para el poseedor, el control del contenido que sube cada usuario.
El hecho de que la red sea tan dinámica e interactiva, ha supuesto el aumento de las capacidades comunicativas de los usuarios. La distancia cada vez está menos presente, a la hora de crear o establecer lazos entre las personas, y eso ha marcado la diferencia.
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